Verde que te quiero verde

El arte de exprimir la oliva hasta conseguir uno de los productos más típicos de nuestro país da como resultado diferentes tonalidades en el verde, a partir de las cuales se clasifica la calidad del llamado oro verde. Pero el color del aceite no depende sólo de la oliva, sino de los procesos por los que pasa el aceite.

Cuanto más verde, más puro, cuanto más amarillo, más refinado. Así, el verde más intenso corresponde a la calidad virgen extra, el súmmum del sabor, que huele a oliva, hasta el amarillo más apagado del 0,4º, pasando por varias tonalidades de verde.

De este verde intenso está plagado Jaén, ya que de allí sale el 25% de la producción mundial.