El general romano Cúpulo, conocido por su afición a la refinada gastronomía, fue el responsable de popularizar el consumo de la cereza en Europa hace ya más de dos mil años. Tras la Guerra en Asia Menor contra Mitrídates, rey del Ponto, El general Cúpulo se llevo consigo esta deliciosa fruta para iniciar su cultivo en el imperio y en toda Europa, adueñándose incluso del nombre, llamándole “cerasus”, de donde deriva el actual “cereza”. Solemos tomar este manjar al natural, aunque a veces también las podemos comer cocidas, maceradas en alcohol o destiladas. Y a ti, ¿cómo te gustan más?

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Al decantar un vino, separamos el líquido del sólido que se haya podido generar durante su maceración. Al dejarlo en reposo, los posos que pesan más irán al fondo del decantador, permitiendo obtener un vino “límpio”.
Se usa la decantación en los vinos que han pasado un largo periodo de envejecimiento en la botella vertiendo el contenido de la botella a otro recipiente (decantador), con el fin de evitar que los posibles posos pasen a la copa.
Estos posos no afectan a la calidad del vino pero «afean» su aspecto.

El lenguaje de un cocinero es como una buena receta: está plagado de palabras extrañas como si se tratara de ingredientes exóticos, sabrosos, sugerentes e irresistibles. Empezando por la A…

Abocado: Vino ni seco, ni dulce, pero agradable por su suavidad.

Abrillantar: Dar brillo con jalea o grasa a un preparado.

Adobar: Colocar un género entero o troceado crudo dentro de un preparado llamado “adobo” con objeto de darle un aroma especial, ablandarlo o simplemente conservarlo.

Afrutado: Vino con agradable olor a uva.

Aromatizar: Añadir a un preparado elementos con fuerte sabor y olor.

Albardar: Cubrir, envolviendo una pieza de carne (generalmente de vaca, ternera, ave, etc.), con unas láminas delgadas de tocino para evitar que quede seco cuando lo cocinemos.

Aliñar: Aderezar o sazonar.

¿Nos ayudas a completar el diccionario de términos de hostelería?

 

Al terminar la guerra de Cuba, donde Estados Unidos derrotó a España, la isla pasó a ser colonia americana y para celebrar la victoria, como no podía ser de otra manera, los soldados bebían Coca Cola y la combinaron con el aguardiente local de la caña, el Ron. A este acontecimiento se le consideró la “liberación” de Cuba y desde aquel momento a la combinación de Ron y Coca Cola se le llamó “Cuba Libre”.

Clasificamos al azúcar por su origen, de caña de azúcar o remolacha, y también por su grado de refinación, expresado a través de su color, debido al porcentaje de sacarosa que contiene.

Azúcar moreno: se obtiene del jugo de caña de azúcar y no se somete a refinación, sólo cristalizado y centrifugado.

Azúcar rubio: es menos oscuro que el azúcar moreno o crudo y con un mayor porcentaje de sacarosa.

Azúcar blanco: Es el azúcar que ha pasado un proceso de purificación pero que a cambio ha perdido vitaminas y minerales, quedándose en un producto nutritivamente neutro, que sólo aporta calorías.

Azúcar refinado o extrablanco: es altamente puro. El azúcar rubio se disuelve, se le aplican reactivos como fosfatos, carbonatos, cal para extraer la mayor cantidad de impurezas, hasta lograr su máxima pureza.

Ahora ya podemos endulzar nuestra vida sabiendo que el color solo depende de la cantidad de sacarosa.

 

 

¡La misma! Por ello Dom Pérignom se las vio y deseó para que las burbujas no le reventaran las botellas, debido a la presión que se originaba en el tratamiento del vino con el gas para las burbujas, así como para encontrar algo resistente que sirviera de tapón y conservara el gas del producto. Tras muchos intentos, dio con un resistente cristal inglés y con los corchos que observó en las cantimploras de los peregrinos.

De hecho, una botella de cava soporta 4 atmósferas de presión, lo que equivale a una rueda de camión. Por eso, hay que tener un cuidado especial al abrir una de estas botellas, o le puedes sacar un ojo a alguien.

 

 

 

 

 

 

 


Con motivo de la celebración de una victoria de las tropas del ejército de Carlos V, en la que toman Roma y la saquean. (más…)