A lo largo y ancho de nuestra geografía hay multitud de establecimientos que se están sumando a la tendencia de servir una oferta gastronómica “Caña y Tapa” por un precio fijo.
Un incentivo que atrae cada vez más a numerosos clientes que por un módico precio pueden degustar esa caña fresquita con un bocado que acompaña.
El precio dependerá de varios factores, a saber, Primero la marca de la cerveza, no todos los barriles cuestan lo mismo y por lo tanto el coste de la caña también varía.
Hay que decidir qué marca de cerveza es la que se acomoda más al cliente que tengo o al que quiero atraer a mi establecimiento.
Segundo el tamaño, cada establecimiento elige el vaso en el que sirve la caña, por lo que su capacidad también influye en el precio, no es lo mismo un vaso de 200cc que un tubo de cerveza de 330cc de hecho hay infinidad de copas donde elegir, lo que nos permitirá ajustar precio a tamaño.
En Tercer lugar hablaríamos del coste de la tapa en sí misma, la materia a prima de la que está compuesta, su proceso de elaboración y costes de mantenimiento.
Por último hay que sumarle al coste si se va a acompañar de elementos complementarios como el pan o unos picos si lleva o no lleva una salsa, o algún otro elemento decorativo.
Por lo tanto cada establecimiento decidirá una vez realizado el escandallo de las diversas piezas cual es su coste, y a partir de ahí decidirá el PVP.
Para calibrar la relación calidad /precio deben ajustarse calidad de la cerveza, cantidad del vaso y la calidad de la tapa, tanto en ingredientes como en elaboración y presentación.
Lo habitual es elegir un surtido de tapas, para que el cliente decida cual le gusta en ese momento, lo que permitirá, si quiere pedir otra caña ,cambiar o repetir de tapa.
Dar a elegir la tapa permite a los grupos decantarse por varias opciones, en un grupo siempre habrá tendencias y no conviene que algún cliente no esté “a gusto”.
Poner varias tapas a elegir nos permitirá dar una oferta más surtida, variada y atractiva para nuestros clientes por un coste medio, al mismo tiempo que podremos ofertar raciones de esas tapas a su precio habitual.
Debemos recordar ante todo que esta “Oferta Culinaria” de caña y tapa es un producto en sí mismo y no dos separados, por lo que no debemos caer en el error de pensar que cobramos la caña y regalamos la tapa.
Esta opción también te permite los fines de semana ofrecer productos más complejos con un ligero incremento en el precio lo que sin duda será muy satisfactorio para tus clientes que opten por esta opción de tapeo en vez de salir a comer.
