Eso me dijo mi compañero cuando le pregunte ¿Dónde vamos a comer?
Estaba de ruta por Granada y mi compañero me llevo a comer a un restaurante cercano a donde vive, en Churriana de la Vega.

Al verlo ya te llama la atención, un patio exterior para el buen tiempo y tres alturas con tres ambientes diferentes

Y en el patio trasero también dispone de una barra exterior donde disfrutar al aire libre, lástima que sea Febrero y no la veíais montada.

Puedes tapear en la barra o en las mesas o en los barriles, y disfrutar de música o un evento deportivo en sus pantallas de TV


O sentarte en una buena mesa

Una decoración elegante a la par que sencilla, la segunda y la tercera planta queda reservada para el comedor a la carta o para algún evento privado

En este restaurante puedes elegir como comer, bien a base pinchos que te van sirviendo y tu vas eligiendo o bien puedes comer de carta ,tu decides…
Pues nosotros decidimos probarlo todo, nos pedimos unas cañas y empezó el festival, un pinchito de jamón con AOVE y ajonjolí para abrir boca.

Para seguir con un matrimonio del Cantábrico con “Txepetxa”, una base de asado de cebolla y calabacín con mermelada de arándanos.

Unos lomos de bacalao al Pil Pil sobre lamina de berenjena, suave, sedoso y confitado, pura delicia.

Lo que vino después estaba si cabe mejor, un pulpo a la gallega con “Mimosa”un puré de patatas y huevo duro con limón y pimentón.

Luego empezaron los de carne, una Piadina de pollo con verduritas

Un pollo al horno con champiñón y crema de queso, que se deshacía en la boca.

Y terminamos los pinchos con uno muy típico de Granada , La Pastela Mozárabe, un crep crujiente relleno de pollo, especiado con Ras el Hanout, con dátiles, almendras y pasas, espolvoreado de azúcar glas y canela, sencillamente sublime.

Y si hubiéramos terminado aquí, no hubiese pasado nada, pero ya habíamos pedido para probar un plato principal de la casa, para mi compañero una presa confitada con cremoso de almendras.

Y a mí me trajeron un Magret de Pato, con salsa de calvados con manzana y puré de zanahoria, el Magret estaba en su justo punto.

Para rematar y nunca mejor dicho, Eva, la encargada, nos dijo: “No podéis iros sin probar los postres”, así que respiramos hondo y mi compañero se tomó una cuajada de chocolate blanco con Cookies y Frutos rojos, que como amante del chocolate blanco disfruto hasta la última cuchara .

Eva, me comentó que tenían un postre que había permanecido en la carta desde su apertura, en 2004, una espuma de pistacho con granizado de frutos rojos y bolitas de Toffee, pues para mí

Y después de tan pantagruélica comida nos despedimos de Eva, no sin antes prometerle, que la próxima probaríamos la “Ensalada de Ave en Escabeche” con vinagreta de dátiles, pasas y piñones, que es otra especialidad de la casa que permanece en carta desde hace catorce años.
Un saludo Eva y felicidades de mi parte a vuestro chef, hasta siempre.

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